Cuando ya se tocó fondo.
Cuando ya no hay ganas.
Cuando nos pesa la “maldición del Fénix”.
Cuando resurgir de las cenizas ya es agobio diario.
Cuando miramos y no logramos ver nada…
Cuando el vacío en el pecho es ya un abismo.
Cuando las manos pesan.
Cuando ya no queda sangre.
No queda otra…
No queda otra, que inventarse una vida…
Porque a pesar de renegar con el Fénix.
Porque a pesar de ver el vaso vacío.
Porque a pesar de la angustia y el dolor supremo.
Porque a pesar de las llagas y las heridas que no cicatrizan.
Aunque no lo parezca, estamos vivos.
Y, no queda otra…
Que escribirnos una vida.
O Fim
Hace 1 día