Entonces...el niño sabio intentó curarme,
tomó dos pinceles con colores invisibles
y delineó mis párpados mientras me miraba...
con ese amor incondicional de los inocentes...
martes, 21 de julio de 2009
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Gracias por llegar a traves del armario...
ResponderEliminarhice circo maroma y teatro para encontrarte, ya que tu link no conecta
abrazos desde la ensenada en un mexico, que gracias a los dioses, no parece mexico
Una poética muy chida.
ResponderEliminarNos leemos.
Saluditos...