La porteña urbana ya no tiene tribu.
La nómade se fue a otros lares...
La porteña urbana extrañaba sus bares.
Inhóspitos lugares,
secos,
vacíos.
Ella desbordaba fantasía.
Volvió a buscar todo lo que abandonó,
amando y odiando,
cada recuerdo,
cada lugar.
Vovió a buscar la nada que dejó.
Volvió a llevar su caos a pasear.
La porteña urbana desbordaba fantasía, la misma que seguramente quedó prisionera de sus recuerdos. Pero nada es cuestión de lugar externo. Me gusto volveré a leerte. Abrazo
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