Se ovilló una noche,
para no escuchar ningun reproche,
apenas ocupaba un pedacito de la enorme cama...
Era cálida,mostraba su principo
ocultando su centro .
Se extendía para abrazar,
para alcanzar,para contener y para acariciar.
Era capaz de estirarse hasta cortarse.
Pero volvia a ovillarse.
Fue un pedazo de manta que cubrió y abrigó una frágil vida
fue también un viejo sweater y una bufanda
se tejió y destejió setenta veces siete
hasta volver a ser ovillo
imitando su posición en el útero de su madre,
ocupando solo un rinconcito
en la enorme cama.
jueves, 30 de abril de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)