viernes, 11 de septiembre de 2009

Silvina no tomó el sol de ésa mañana




“Entrecierro mis ojos que juegan con el sol y nacen arcoiris en mis pestañas”

Silvina tomó sol esa mañana,

Ritual que continuaría por algunos años
Adoraba estar bronceada.
Sus aros de perlas grises y sus anillos de plata italiana
Los collares de malaquitas, jades, granates,
Corales y…sus marfiles.
¡Esas amatistas!
Sus manos siempre hacían ruido,
Ruido a pulseras que murmuraban.

Silvina tomó sol esa mañana.

Peinó su pelo algo rebelde,
Obligándolo a lucir ese rubio ceniza
Que quedaba tan bien esos ojos entre verdes y miel…
Cuidadosamente seleccionaba cada accesorio
Combinaba los colores y los nobles géneros
Sedas, linos, algodones y buenos cueros.

Esa mañana Silvina no tomó sol.

Me llamó Sarita ese mediodía,
Corrí al Diagnóstico desesperada…
Y vi su cabeza vendada…

A Silvina le robaron el sol esa mañana.

Le habían arrancado terapéuticamente
un cangrejo de mar en la cabeza incrustado.
Encarnizado dejó su simiente,
que de desparramó en un año asquerosamente.


Silvina nunca más tomó sol por las mañanas.

El sol, me recuerda a Silvina, aún,… cada mañana.

La vida, me recuerda que estoy viva…
Y también aquel día en Fleni donde...
Quise su lugar en esa cama…


PD: Aún no puedo aceptarlo e imagino que seguís en Córdoba, Punta Indio o algún otro de los destinos que te tocaban o tal vez en Suiza con tus hijos, todos con su pasaporte…estudiando como vos soñabas…
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