viernes, 29 de enero de 2010

CUANDO IMPERAN LOS SENTIDOS III



Esa noche era una noche más,
en su último ritual antes de dormirse,
el ritual de demaquillarse.
Volcó crema en la palma de las manos.
Las juntó como para orar sin darse cuenta,
las friccionó antes de ponerlas en su cara,
e inconscientemente las cargó de energía...

Y las impuso ...

Con los ojos cerrados...
Masajeó suavemente su rostro…

Y de pronto...

Asomó un recuerdo no invitado,
pero inconscientemente tal vez conjurado.

Vino impregnado de sensaciones y de aromas perfumados.
Un recuerdo que le rasgó la noche,
y le erizó su piel,
como otrora.

El recuerdo de unas manos...
Que por su espalda se deslizaron,
otra vez,
en ese instante,
las sintíó,
envueltas y acariciándola
con aceites perfumados.

Y…

Le bastó un segundo para quebrarse.
Inspiró profundo y llenó sus pulmones,
con el aroma,
del óleo sagrado

Acarició su rostro quitando,
hasta la última huella de maquillaje.
Dejando su cara desnuda y sin máscaras,
frente a un espejo.

Abrió los ojos y miró profundamente su alma.
Los cerró y se detuvo allí.
En ese místico momento...
En esa milésima de segundo eterno,
en el que se permitió volar...
Escaparse del cuerpo una vez más.

Volar y posarse.

Posada como una frágil libélula,
sobre otra piel,
aspirando un aroma.
Recordando unas manos,
sintiéndolas,
con sus rituales de óleos sagrados.

Y...

Ardieron sus ojos por retener una lágrima.
Volvió al cuerpo y corrió,
corrió desnuda y sin máscaras
a ovillarse,
en un rincón de la cama...

Aterrada por el pánico.

Nunca más.
Nunca más la magia de esa piel y esas manos.
Esas manos de rituales…
Manos que también empuñaron dagas.

Ovillada luchando, para dejar partir un recuerdo.
Ovillada luchando, para no estallar en llanto.

Ovillada en trabajo de parto...

Y se contrajo…

Se contrajo y parió una prosa.
Prosa secreta que nadie leería…
Sublime memoria
de un fragmento de vida convertida en poesía…

y la dejo partir...
Pero antes,
la hizo Sacra.


“Sacrum facere”
Related Posts with Thumbnails