jueves, 18 de junio de 2009

MIS GIRASOLES (intento de cuento breve de Narria...uff que atrevida!)


Arlés, finales del verano, año 1888.

Despinta el sol en esa mañana cálida. El toma sus lienzos, sus pinceles y sus amarillos.
Disfrutando los rayos de sol de ese verano en Arlés que entibiaban su espalda .Se dirigió sereno a ese lugar .El mismo de todas las tardes.
La chiquilla lo había estado espiando desde que salió y corrió apresurada a avisarle a su madre que amorosamente le entregó una canasta con vituallas.
Corrió deprisa y se colorearon sus mejillas.
-¡Don Vincent! ¡Don Vincent….!
- ¿Otra vez aquí chiquilla? No te cansas jamás…
La niña dejó la canasta cerca de los amarillos y comenzó a correr en círculos cantando algo que no se comprendía. Sonreía y alborotaba la paz de ese instante.
-¡Ya basta niña que me distraes! Exclamó Don Vincent intentando poner cara de enojado …
Ella con una sonrisa enorme y el sol en la mirada metió su pequeño dedo en uno de los amarillos y dejó su huella en el lienzo…
El la miró absorto ante tanto desparpajo y dirigiéndose a la pequeña con el amor de un padre y el gesto adusto que ocultaba cierta complicidad con la travesura de la chiquilla exclamó:
-¡Corre niña, corre y ya no molestes más! Te lo prometo, estos girasoles serán tuyos . ¡Me vuelves loco todas las mañanas con mis amarillos! -
La pequeña sonrió y luego de dar varias vueltas corriendo y alborotando hasta a los pájaros se marchó balbuceando tonadas…hasta su casa.
Vincent retomó sus pinceles, acomodó los potes que la pequeña había desordenado y continuó pintando.


Londres febrero de 1998, National Gallery.
Una mujer de espaldas a un grupo de varios japoneses acompañados por su guía, no mira lo mismo que ellos. Ella está frente a un Van Gogh…siente que si estira la mano lo toca…después de un breve lapso de tiempo en que extasiada observa la obra estalla en llantos…Las pinceladas le transmiten una energía especial, algo incomprensible.Siente que hasta puede leerlas...sentirlas...


En algún lugar del mundo, año 2009.
La mujer vuelve a recordar ese instante en Londres y sus llantos, situación que quedó impresa en su alma…Ella ha cambiado...y esta vez permite que su memoria acepte recordar más…cruzando la barrera de la lógica más allá de la razón..
En su mente una voz familiar le susurra…-¿Niña, no recuerdas acaso que aquella vez te dije que esos girasoles serían tuyos? Créeme niña…siempre lo fueron aunque tú no lo recordaras .







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