domingo, 24 de octubre de 2010

Esencia que ya no espera nada


Amedeo Modigliani 1908



Me cubre la noche desnuda,
despoblada de astros,
mientras estoy recostada,
sobre el cuerpo
húmedo y tibio,
de mi madre.

Veo las gotas de rocío sobre mi vientre,
que brillan con el reflejo del espectro
de una luna suicidada
Y ese perfume que me recuerda...

Aquellos orígenes primigenios,
los de días y soles,
y paraísos que embriagaban.

Aquel aroma a tierra mojada...

Desnuda como la noche,
desnuda sobre la tierra.
Desnudo el cuerpo y el alma,
expuesto sin armaduras
ni siquiera las oxidadas.

Siendo parte del todo
y oxigenándolo,
en un agitado intercambio,
como esencia pura,
esencia que reclama gritando!

A los abismos sordos y sórdidos,
ésos que jamás responden.

Esencia que se impone,
como puede,
evaporándose,
lentamente,
de un cuerpo ya casi olvidado.


Esencia de un alma agobiada
que por momentos se recuesta,
sobre la tierra mojada,
tan solo a esperar,
porque ya no espera nada...

2 comentarios:

  1. Hoy la metáfora no dejó un sólo sentimiento suelto o una sensación a la deriva. Nos llevaste en un viaje por dentro y fuera del alma y remataste con esa pincelada de oxímoron; “esperar…porque ya no espera nada”.
    No esperar tiene su costado benevolente y encantador. Quien no espera, suele recibir como si fueran regalos, los días que vive, la sonrisa, el llamado de un amigo, una flor en el balcón, ese atardecer. No espera y se sorprende…como los niños.
    Un autor noruego solía invitar a pensar, en una escena. Están padre, madre y un niño en un salón y de pronto, una puerta se abre y entra una pelota saltando. Padre y madre fijan su vista en la puerta…”esperan” que algo, alguien, empujara esa pelota o una explicación al fenómeno. El único que no espera es el niño y se dedica a jugar y disfrutar de ese regalo.
    Esperar es hacerse cargo de un registro anterior, de anhelos y sueños. Y a veces…sólo hay que disfrutar lo que la vida buenamente ha dejado para nosotros.
    Un fuerte Abrazo Querida Amiga!

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  2. La ternura, la dulzura, a menudo conmovodera; acaso autodestruccion, acaso nostalgia.
    Por otro lado, gracias, muchas gracias por esas palabras tan esperanzadoras, de tanto aliento. Me recuerdan a mamá exigiendome escribir porque ese es mi 'talento' y porque de eso quiero y tengo que vivir. Me recuerdan que aun no se si lo merezca pero que, tal vez, de alguna manera, me gane el cariño de algunos pocos. Me da animo. Me ayuda a seguir. Gracias.
    Es usted tambien una madre para mi -mamá y erika estaran felices cuando sepan que me cuidan y alientan tanto por internet-. Gracias.
    Mis mejores deseos tambien para usted. Me considero parte de este espacio, si me lo permite, y es como sentirse en casa.
    Muchos abrazos.

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