A prudente distancia...
Te observo.
Y héme aquí hoy,
tan azul vestida de marea.
Marea rebelde que no avanza ni
retrocede
marea prudente,
observando a distancia.
Si, soy la misma,
no lo sientes?
Pues lame mi piel
y que la sal te sale...
Hoy,
mis vestidos están bordados
de perlas y arabescos
de antiguo salitre,
y los bordes de los azules de mi
capa
tan blancos
producto de las espumas fastuosas,
de mis noches de ira,
hoy noches en pausa...
Porque estoy vestida de marea inmóvil
que no avanza,
cansada de horadar
durante milenios las mismas rocas.
Marea rebelde ante toda ley,
marea que inmóvil provoca,
mientras observa,
de lejos,
las huellas que en la arena dejas,
las de tu andar poco vigoroso y
cansado...
Y tus pisadas admiradas,
tu porte,
tu hombría,
dónde las has dejado?
No cambiaré esta vez tu rictus
pétreo con mis embates...
No te daré ni un ápice de mi
energía,
y créeme , no es egoísmo
pero para qué explicarte...
Tan solo te observaré a distancia
ya lo sabes,
totalmente desnuda el alma,
esbozando una sonrisa,
con la piel extendida
hasta el infinito que tu mirada
alcance...
Y mis ojos ,
mis ojos cubiertos mirándote,
evitando que con su brillo te distraigan
viendo si aún reaccionas
ante mi piel marea..
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